"Mañana hará un buen día", nos dijimos, "visitemos una de esas ciudades que están tan cerca pero que al final nunca conoces", nos dijimos. Y así hicimos.
Nos hemos levantado, hecho unos bocatas y puesto en camino. Al llegar allí, nuestro primer destino, después de encontrar aparcamiento, ha sido una parada técnica en la oficina de turismo.
Más que asombro cuando al preguntar que podíamos visitar yendo con perro, nos han dicho que nada.
Ya contábamos con que dentro del Palacio Real no íbamos a entrar con perro, pero ya que Aranjuez es famoso por sus jardines, esa era nuestra principal atracción.
Ni que decir que nuestra opinión sobre dicha ciudad no será buena...
Entiendo, hasta cierto punto, esta prohibición, ya que la gente puede ser muy incivilizada, pero esa no es la solución.
Un hombre puede poner a su hijo a hacer pis en mitad de la calle y no pasa nada, no hay carteles que pongan prohibido niños en los parques, es más, seguro que sería un escándalo También hay gente que habla en las bibliotecas y no he visto carteles de bibliotecas solo para mudos.
Por cada persona que no recoge las cacas de su perro seguro que hay muchas otras que si lo hacen, y si no es así, invierte el presupuesto de señales prohibitivas en papeleras y bolsas.
Por Madrid veo más chicles y colillas de cigarros por el suelo que excrementos de perro, y también los hay, no voy a decir que todos los propietarios de perros se merezcan un premio.
Es más fácil prohibir que educar, a este paso...
Si vais a Aranjuez, pasar de largo y visitar Chinchón :P
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