jueves, 27 de octubre de 2016

Día 1

Parto en 5 minutos. A dónde? Aquí:

https://share.delorme.com/javiesteve

Sí, es lo que parece :)

miércoles, 26 de octubre de 2016

Pfffffffff

No sé qué quiero decir en este post. Así de simple.

Mañana a estas horas estaré en dirección al aeropuerto de Valencia para hacer un viaje que he soñado toda mi vida. Desde el momento que me lo plantearon he hecho todo lo posible para poder estar allí, y cuando no he podido me han ayudado de manera inimaginable. Las cordillera más alta del mundo está a sólo unos días de que pise sus laderas.

Y sin embargo no estoy nervioso. Nada nervioso. Por algún motivo que no sé si desconozco o quiero desconocer hoy es una mañana más, otro día más. Parezco Reco, tumbado aquí a mi lado, dormido y ajeno a lo que está por venir, a lo que en cierta manera sucede.

Hace tiempo que he pretendido desterrar el pesimismo de las palabras en este blog. Sentía que ya no tenía derecho a tenerlo. Ni al pesimismo ni a la tristeza. No hay derechos en la escena del crímen para quien empuña el arma. Hoy no sé muy bien porqué no puedo evitarlo.

Desde que hace unos días cerré la casa y me vine para Alcoy he pensado en realizar el típico posteo de bitácora, preparaciones para Nepal, equipo, papeles, dinero que cuesta, zonas que visitar.... Pero no he tenido fuerzas. Fuerza no es la palabra. No sé cuál es. Motivación quizá. Si dijera que no me hace ilusión irme me creerías? No es que me disguste, o que no quiera irme, es que por algún motivo siento que los sueños ya no forman parte de mi mundo, que los desterré, que no tengo ya ninguno por cumplir porque ya los cumplí y en uno de esos terrores nocturnos me desperté y ahora no puedo volver a dormir, como si fuera el prota de "El maquinista".

No debería escribir estas cosas. Es una ventana abierta a demasiados. Principalmente a la que eres hoy.

He ido poco a poco introduciendo el tú en estas diatribas. Como si de alguna manera te hayas convertido en mi piedra con cara en esta isla desierta. Hablar con sutilezas es inútil cuando ya no hay nadie que escuche. Y supongo que debe ser un proceso del todo natural en cualquier náufrago, quizá de alguna manera es exactamente el mismo sentido.

Este es el problema cuando no se sabe qué escribir. Demasiado vómito.

Tal vez haya mentido y sepa qué he estado queriendo escribir todos estos días, pero cuando me he sentado sólo ha sido porque quería hacerlo porque se me acababan los minutos para hacerlo y no conocía aún las palabras. Una pregunta ¿cómo vacío un mueble lleno? sobre todo si el mueble no es el mío.

Y la respuesta la conozco aunque sufra al conocerla. No puedo. No puedo.

No puedo borrar el pasado porque ya se fué. Y el tiempo se llena de cosas y no hay manos que entren en ese armario. Y no importa que sepa que esta estación, este arbol y este camino sea el mío toda mi vida. Aunque sea más consciente de esa realidad que del hecho de que me voy mañana de viaje eso no cambiará el hecho de que te abandoné y que un armario se llenó de muchísimas cosas, más de las que jamás podré soportar haber metido.

Pero este es mi camino, este es mi árbol, esta mi estación, así que te pediré una última cosa. Lo último que puedo intentar para decirte que te amo. Vete. Olvídame. No vuelvas aquí. No vuelvas a escribir. No vuelvas a leer. Bórrame. Hazme desaparecer. Quema todo lo que te recuerda a mí, mis fotos, mis correos, los libros que te regalé, los enanos en las setas. Olvida que una vez fuimos perfectos. De verdad. Te lo pido de verdad. Siento una enorme realidad y es que ya sólo soy un muy pesado lastre para tu felicidad de hoy. Noto las heridas que te hice, que siguen sangrando y me duelen más que las mías. Sé feliz por favor. Si lo único bueno que tuvo dejarte fue que encontraras una mejor vida tenla por favor. Nadie como yo sabe que te la mereces. Yo perdí todos mis sueños, pero rezo porque tú los cumplas.

¿Cómo se vacía un armario lleno? No se puede. No podemos. Así que ciérralo con llave y olvídalo. Esa es mi última esperanza, mi última apuesta: haz todo lo que puedas por no volver jamás.



... mi esperanza? que cuando todos tus pasos te hayan alejado de mí, cuando ya nada quede, sientas una clara y limpia ilusión por abrir de nuevo este armario, y cuando lo hagas descubras espacio, baldas y baldas enteras listas para ser usadas. Descubras bajo este árbol, más viejo y más canoso, a aquél que debió ser pero no fué.

Un milagro

Fdo. Un calamar, un limón, un corazón

martes, 25 de octubre de 2016

Lágrimas de otoño

Definitivamente esa ciudad no es para él. Nunca lo ha sido y puede que jamás lo sea, pero allí está.

Le atan a ella demasiadas cosas que no puede pasar por alto, y la verdad es que pensó que a estas alturas estaría peor. No es que tenga muchas ganas, pero no siente ese agotamiento de otras ocasiones, y tal vez le invada cierta dosis de optimismo que se imagina irá mitigándose con el tiempo si la situación no cambia.

Nunca es tarde, se repite, se repite tanto que el eco de unas palabras se superpone sobre las otras y no se entiende nada.

Se aferra fuerte, y el oxido comienza a cubrirle los dedos, pero, ¿dónde quiere estar? No se refiere a la ubicación en si misma, sino al cómo, al qué...

jueves, 20 de octubre de 2016

Tren hacia ningún porque

El recorrido duraba lo mismo, pero sin duda el tren era mucho más cómodo, aunque solo fuera por tener la ocasión de levantarse del asiento.

Las horas iban pasando y la sensación de estar huyendo de algo invadía su cuerpo. Se mezclaba con una parte de nostalgia y otra de miedo a lo desconocido, aunque en realidad todo estaba igual que siempre.

Perdido en unos pensamientos nada concretos, observaba en la ventanilla el reflejo de unos ojos que comenzaban a desbordarse en lágrimas.

Un grito de "Hay algún médico presente" le sacó de su aislamiento entre algarrobos difusos, se levantó y corrió hacia el primer vagón donde permaneció el resto del viaje.

Para entonces todo era un sueño, una bruma, unas reflexiones que iban de ninguna parte hacia ningún lugar.

Otro capítulo que terminaba como el anterior.

viernes, 14 de octubre de 2016

Cómo usar un globo elevador

El pasado 3 de septiembre tuvimos la oportunidad de participar en unas jornadas de limpieza de fondos en la reserva integral del Cabo de Gata, en la parte comprendida entre la Punta de la Media Naranja y la Punta de los Muertos.

De entre los residuos que se encontraron, cabe destacar una escalera de unos dos metros de longitud, menos mal que llevábamos un globo elevador por si acaso.

En este vídeo podéis ver como se usa:

- Amarrar correctamente el objeto a elevar
- Comprobar que las válvulas del globo estén cerradas
- Añadir aire al globo controladamente con una fuente de aire alternativa, para ello evitaremos el flujo continuo intentando no colocar la boquilla en posición vertical.
-Conseguir dar al objeto flotabilidad neutra, y desplazarlo bajo el agua.
-Por ultimo, y is fuera necesario, ir liberando el exceso de aire por la válvula para evitar flotabilidad positiva.

domingo, 9 de octubre de 2016

Estrujar un trapo mojado en el espacio

No voy a entrar en el proceso mental que me ha llevado hasta este vídeo, pero me ha resultado muy interesante.

¿Qué pasa cuando escurres un trapo mojado sin gravedad?

viernes, 7 de octubre de 2016

Desorientación de alcoba

Tumbado en la cama, estiro el brazo, giro la muñeca, me miro la palma.


Entre los dedos hay una silla, en una esquina.


El respaldo a unos 15cm de la pared y el lado derecho de la misma algo más cerca de la otra.


La silla mira a otra silla a un metro y medio.


Tiene una postura increíblemente simétrica y a la vez desconcertantemente diferente.


Equidistante a ambas, una puerta. Semiabierta, parcialmente cerrada, conceptos.


Cambio de tercio, una mesilla, y sin mirar se que hay al menos tres trozos de papel excesivamente moqueados, un blister con pastillas empezado por ambos extremos, dos libros a medio leer, un bote de aceite, uno de crema, una botella de agua. Después de mirar he de añadir un rollo de papel higiénico, un vaso de te, una caja de agujas y por supuesto una lámpara.


En una silla no hay nada, en la otra no cabe nada más. En realidad estoy exagerando.


Si miro al frente, lo que estoy escribiendo.


Cada cosa en su sitio.

jueves, 6 de octubre de 2016

Vacaciones

Vacaciones... vacaciones... vacaciones.

En realidad, qué palabra tan fea para un concepto tan agradable.

La temporada se alarga, con ella las distancias, las ausencias y los pensamientos que me hacen cuestionarme la forma en que vivo la vida.

He disfrutado de unos breves días de vacaciones, me he dado cuenta que necesito casi tanto tiempo para desconectar como para reconectar, lo que se traduce en apenas unos días de tranquilidad.

Tiempos raros, llenos de decisiones aplazadas, un montón de pensamientos que se quedaron colgados entre las ramas de cada árbol que ví a través de la ventanilla del autobús de camino a donde quiera que me encuentra ahora.

Supongo que al final este tipo de vida termina por cansarme, y solo espero de el que pase rápido otra temporada, pero se alarga.