martes, 29 de noviembre de 2016

Nepal: Circuito del Annapurna (I)

Poco a poco, y con más pena que gloria por el estado del ordenador, van saliendo fotos. Aquí van unas muestras de los primeros días.

Hay muchas cosas que me han impresionado del trek. El haber pasado por diferentes paisajes ha sido una de ellas. Comenzamos entre campos de arroz y al ir subiendo atravesábamos jungla, bosque, desierto y al final pura montaña. El río y sus característicos puentes tibetanos nos acompañaron hasta casi los cuatro míl metros. Y por supuesto los Annapurnas dominaron las vistas a partir del tercer día.

La vegetación cambió de estar plagada de matorrales y árboles que hacían literalmente imposible salirse del camino, entre los cuales he de admitir que sólo reconocí el platanero, a convertirse en un bosque de abetos y pinos mucho más familiar. A partir de los 4500 ya nada crecía a pesar de que el agua seguía descendiendo por las laderas en pequeños riachuelos prácticamente congelados.

Curiosamente el camino comenzó con laderas escarpadas y a medida que íbamos subiendo, a pesar de acercarnos más a los picos nevados, los valles empezaban a perder profundidad y ganar en amplitud, quizá por el símple efecto de la fuerza de los ríos en cotas bajas, aunque es pura suposición.

Pero la guinda del pastel fueron los Annapurnas, al principio irreales, como pintados en un descomunal póster azulado y difuminado detrás de verdes montañas ya de por sí gigantescas. Para el quinto día estabamos pisándo una de sus laderas con la extraña sensación de que uno podía seguir subiendo sin mayor dificultad hasta hacer cima, a pesar de que a aquella barbaridad había que mirarla con la coronilla pegada al cogote. Era difícil darse cuenta que eran cinco los kilómetros que había por encima tu cabeza.



Caperucita Feroz

Hola mi amor, yo soy tu lobo.




Hello! 

Hola mi amor yo soy el lobo 
Quiero tenerte cerca para oírte mejor 
Hola mi amor soy yo tu lobo 
Quiero tenerte cerca para verte mejor 
Hola mi amor yo soy el lobo 
Quiero tenerte cerca para oírte mejor 
Hola mi amor soy yo tu lobo 
Quiero tenerte cerca para verte mejor 

Si con tus garras me quisieras tu abrazar 
Si con tus dientes me quisieras tu besar 

Hola mi amor yo soy el lobo 
Quiero tenerte cerca para hablarte mejor 
Hola mi amor soy yo tu lobo 
Quiero tenerte cerca para olerte mejor 
Hola mi amor yo soy el lobo 
Quiero tenerte cerca para hablarte mejor 
Hola mi amor soy yo tu lobo 
Quiero tenerte cerca para olerte mejor 

Yo lo que quiero es tu cuerpo tan brutal 
Y lo que adoro es tu fuerza de animal 

Si con tus garras me quisieras tu abrazar 
Si con tus dientes me quisieras tu besar 

Hola mi amor yo soy el lobo 
Te he comprado un anillo, un pastel y un yoyo 
Hola mi amor soy yo tu lobo 
quiero bailar contigo un lindo rock & roll 
Hola mi amor yo soy el lobo 
Te he comprado un anillo, un pastel y un yoyo 
Hola mi amor soy yo tu lobo 
quiero bailar contigo un lindo rock & roll 

Yo solo quiero una noche sin final 
En la que ambos nos podamos devorar

domingo, 27 de noviembre de 2016

29 horas de vuelo

Ya estoy de vuelta tras 29 horas de viaje de regreso, medio muerto por el cansancio, pero he vuelto. Me apetece hacer algunos post, sobre todo para poner algunas fotos. Las historias son tantas como para aburrir, así que no sé cuáles contaré y cuáles serán para los más avezados en preguntar.
Pero me apetece hacer más de un post. Veremos cómo y cuántos son...

sábado, 26 de noviembre de 2016

La espiral del circulo

Que la vida sea una espiral en la que las historias se repiten cambiando el espacio y el tiempo, o si lo preferís,  el momento y el lugar, es algo hasta poético.

Pero cuando se trata de un circulo que te rodea y gira constantemente no puedes más que como mínimo marearte.

Y allí estaba otra vez, imposible saber en que vuelta del círculo ya que todas eran iguales, pero con la consapiencia de saber que ya había estado allí antes. Como cuando visitas un lugar de la infancia que en tu recuerdo estaba almacenado como un sueño, pero sin necesidad de retroceder tanto.

Hoy debía ser un gran día,  pero no lo era, sabía que terminaría la jornada rascando la misma puerta y eso no iba a dejarle disfrutar.

Solo le apetecía una copa de vino sin fondo y llorar.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

El firuu de Takk

(...) En cambio, Takk estaba concentrado en las cuestiones prácticas de comer humanos: que solían venir con un montón d componentes indigeribles,  como reloje,  comunicadores, cremallera de plástico,  hebilla de metal y, ocasionalmente, cosas que no conocías hasta que te habías comido a alguien. Aquel ranchero de ovejas, por ejemplo, tenia unos clavos y tornillos de metal dentro; Acuña le dijo que algunos humanos se hacían atornillar los huesos rotos en su sitio en vez de arreglaros con una sesión de Curarrápida. Era una cuestión de precio. Todo lo que Takk sabia era que se le clavaban yerran incómodos (...)

El sueño del androide de John Scalzi

viernes, 18 de noviembre de 2016

Esperando

No es que se hubiera puesto sus mejores galas, pero lo había intentado.

Estaba muy cansada pero creyó ser capaz de arreglarse y salir un rato como lo hacía antes.

A veces no se daba cuenta de que el tiempo hace estragos.

Allí estaba sentada, arqueando los pies hacia afuera de tal forma que sus tacones parecian los que se pone una niña pequeña para jugar cuando su madre no la mira.

Y así pasaba el tiempo, últimamente tenia muchos momentos  de esos para no pensar realmente en nada, como mucho tararear la misma estrofa de una canción que un día se supo pero que ya no recordaba. Una y otra vez.

Siempre lo mismo pero sin duda diferente.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Como un lobo estepario

Tenía el recuerdo de haber dicho muchas veces que "El lobo estepario" de Hermann Hesse era mi libro favorito, lo que no recordaba era porque...

El otro día, revisando esos innumerables libros que tengo repartidos en cualquier parte, me topé con él. Me sorprendió lo nuevo que estaba... para ser mi libro favorito ni recordaba de que iba ni parecía que hubiera viajado mucho...

Me hizo pensar en lo que cambian nuestros intereses... sobre todo cuando empecé a leerlo de nuevo y me pareció un indecible tostón, al menos al principio. Bueno, en realidad hubo una primera parte que me sentí como si nunca antes hubiera leído, una más breve en la que se despertó mi interés, seguida de otra que me pareció insoportablemente inaguantable, hasta que llegue a la parte que debió captar en principio mi atención.

El caso es que si, me sigue gustando, me gusta bastante, ojalá hubiera tomado nota de algunas citas, pero me tendré que conformar con mis reflejos en el espejo, con mis vidas, con mis almas.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Perro verde mal que pese

Siguen pasando los años y se me pone una sonrisa de medio lado cada vez que compruebo que aun soy un perro verde.

Ya verás, ya cambiarás, ya querrás... pero sigo colgado del jirón de un sueño, con esa sensación de haberme equivocado hace muchos años en alguna de las intersecciones elegidas, pero sabiendo que lo volvería a hacer.

Demasiadas responsabilidades para ser poeta, demasiado soñadora para dejar de serlo, perdida en el teatro de los sueños.

Echo de menos la música.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Ni de adultos ni de niños

Volvía un día más, tirada más que sentada, en el asiento del vagón del metro, y como siempre me he fijado en la "lectura" de mis vecinos.

Lo reconozco, es algo que me encanta, un artículo a medias, cualquier párrafo al azar de un libro, las frases subrayadas en rosa de unos apuntes... hoy me ha tocado los exámenes que por la caligrafía debían ser de unos chavales de primaria.

Las preguntas de los mismos eran bastante peculiares, pero me ha llamado la atención tres cosas:

- La primera es que había preguntas que teniendo los conocimientos necesarios para responderlas, no hubiera podido hacer correctamente por su ambigüedad, y según he podido ver en las respuestas de varios alumnos, ellos tampoco.

- La segunda ha sido la inconstancia del criterio de la profesora al corregir los mismos, concretamente había una pregunta en la que tenían que colorear cuadrados según el número indicado, había  niños que si el número era tres habían coloreado los tres primeros cuadrados y otros que solo habían coloreado el tercer cuadrado. A los que eligieron la segunda opción, a algunos los corrigió como bien y a otros como mal...

- La tercera ha sido el criterio de puntuación, he visto corregir varios exámenes y solo he entendido a los que ha valorado como Muy Bien, es decir, todo correcto, después los Bien, Bien - y demás... ni idea

Y la conclusión es esta absurda necesidad de puntuar de dudosa manera una dudosa forma de evaluar. No es por criticar a la profesora en cuestión, la cual probablemente se basará en lo que ha aprendido o en los estándares del propio colegio...

Así está la enseñanza, fallando desde la más tierna infancia, recibiendo exámenes absurdos corregidos con un horrible rotulador rojo.