miércoles, 25 de febrero de 2015

Oda a la llave allen

Desde La Lista Tonta, programa donde la comedia se canta y que nos ha traído grandes éxitos como "En el chino",  he visto recientemente este grandioso elogio a la llave allen...

 

lunes, 23 de febrero de 2015

Camino de Santiago: día dos (09/02/2015 de Samos a Ferreiros)

Nos levantamos pronto pero con calma, recoger la mochila, yoga matutino, preparar los pies para el kilometraje del camino... cuando nos pusimos en marcha serían las 9:00 fácilmente y aún teníamos que parar en algún bar del pueblo a desayunar. No teníamos ninguna prisa. En esta época del año hay disponibilidad de alojamiento en albergues de la Xunta sin problemas, y el pronostico del tiempo decía que haría sol todo el día.
El Checo salió media hora antes que nosotros y se olvidó su saco de dormir, así que como sabíamos que tenía intención de hacer noche en Sarria y nosotros pensábamos pasar por allí, decidimos llevárselo, aunque no fui yo la que cargué con él.


Hicimos una parada rápida a tomar algo caliente pero ligero y nos pusimos en marcha (Pensándolo bien yo ya había medio desayunado en el albergue antes de salir). El primer tramo fue por carretera, hasta que ya nos alejamos y comenzamos con los bosques y caseríos.

El día anterior habíamos trazado el plan del recorrido, 14,5 km hasta Sarria, donde muy mal tendría que darse la cosa para hacer noche. Teníamos bastante claro que seguiríamos al menos un poco más.

Aun quedaba nieve por los campos y en las lindes de los senderos, pero las zonas de paso estaba completamente despejadas y ya era mucho más fácil localizar las marcas del camino.

A lo largo del día, la nieve se iría derritiendo dando lugar a arroyos y más tarde auténticos barrizales, pero para eso aún quedaban horas.

Llegado cierto punto, un árbol estaba caído bloqueando el camino. No parecía gran cosa, pero estaba colocado de tal forma que la única manera era pasarlo por encima. Intentamos apartarlo para despejar el camino, pero pesaba muchísimo.

Días después coincidiríamos con dos chicos que lo sobrepasaron por donde vieron que nosotros habíamos despejado el paso rompiendo parte de las ramas.

Disfrutamos de paisajes increíbles bromeando sobre la suerte que estábamos teniendo con el clima, sobre todo con lo que había caído en días anteriores.

Llegamos a Sarria, donde tuvimos que dar bastante vuelta porque la ciudad estaba en obras y habían desviado el camino temporalmente. Las indicaciones originales y las nuevas se mezclaban, y al final decidimos preguntar a una señora que nos indicó amablemente.

Llegamos al Albergue, y justo allí estaba el Checo, que puso cara de sorpresa sobre todo cuando le dimos el saco. Resulta que no era suyo, que ya estaba en el albergue de Samos cuando el llegó. Al final se lo quedó igualmente.

Estuvimos un rato hablando con el mientras yo me revisaba los pies y me volvía a poner vaselina. La verdad es que gracias a esas paradas no me toco pasar ninguna penuria tipo ampollas.

Probablemente fue en ese momento, al quitarme la chaqueta, que perdí la pulsera que me había regalado... solo espero que se la encontrará él.


Era muy pronto como para terminar nuestro paseo, así que continuamos hasta nuestro siguiente destino. Nos guiábamos por los lugares donde había albergues de la Xunta, así que el siguiente destino era Barbadelo a 4'2km de Sarria y 18,7 de Samos.

Fue curioso porque durante la quizás media hora que estuvimos en las escaleras sentados, nadie hizo acto de presencia en el albergue, que estaba abierto y vacío.

Recuerdo llegar bastante tocada hasta allí, pero me quité las botas y recuperé bastante. Tanto que nos vimos con fuerzas para hacer los 8,4 km que nos separaban de Ferreiros, el siguiente lugar con albergue.

En realidad fue un buen día. En una de las pequeñas poblaciones que atravesamos vimos un cartel en una casa donde se vendía mermelada de frambuesa y decidimos comprar un bote,  que además de estar riquísima, fue nuestro desayuno para gran parte del camino.

Y de esté buen humor, y tras haber pasado por al menos otro par de sitios donde poder meter los pies pero no habernos acabado de animar, llegamos al sitio ideal. Nos descalzamos y metimos los pies en ese agua congelada, que daba hasta calambres y donde no podías estar más de 20 segundos seguidos, pero que sin duda nos dio la vida y el empujón necesario para aguantar unos tantos km más.

Hasta el punto que entre el calor que hacía, y las pocas ganas de llevar las botas de montaña, continué lo que quedaba con los zuecos de goma. Y vaya si gané en calidad de vida.

Además nos echamos unas risas cuando el camino estaba completamente cubierto de agua debido a la nieve que llevaba todo el día derritiéndose y entre volver a ponerme las botas y cruzar descalza, elegí lo segundo.

Aunque el agua estaba helada, hacía un día increíble, y el frío era lo mejor para esos pies que llevaban  ya más de 60 km en apenas dos días.

Estábamos tan entretenidos que habíamos comido solo unas galletas y cuando llegásemos al albergue, hacia las 18:00 ya sería para ducharnos, cenar y poco más.

Ya en Ferreiros nos registramos en el albergue, la hospedera muy simpática, nos explico todo lo necesario y nos indicó donde podíamos cenar, ya que tiendas no había. Ni había ni las habíamos visto en los últimos 10 km.

Una pena porque este albergue era de los pocos que disponía de algo de menaje para cocinar, cosa excepcional como veríamos más adelante.

Allí coincidimos con un Lituano, al que vimos poco, cuando llegábamos él se iba, cuando nos fuimos no había vuelto y por la mañana nos volvimos a cruzar.
Después de ducharnos y lavar algo de ropa (me hice un tendedero con los bastones de andar y un par de cordones extra que llevaba), nos fuimos a cenar.

Nos costó un poco decidir, pero como era la primera comida decente que íbamos a hacer en todo el día, nos animamos con el potaje de garbanzo... y si nos ponen dos perolas, ¡¡dos perolas nos comemos!!

De segundo ternera en salsa que ya no estaba tan rica, y respectivo postre y botella de vino. No sé si por el frío (una vez que nos duchábamos, yo empezada a quedarme helada y no había forma de entrar en calor) el andar o que, la cena empezó a ser la comida fuerte del día, regadita con su correspondiente vino.
Después de la cena, subir la cuesta infinita que nos separaba del albergue, y en el comedor del mismo, revisar los papales para planificar el día siguiente.

Hicimos 27'1 km, ya estábamos más cerca pero aún quedaba mucho.

Y mañana un día más.





viernes, 20 de febrero de 2015

Análisis de un virus

Por mucho que uno lo intente a veces es imposible alejarse de las modas y viralidades de la vida cotidiana. Y una de estas terribles enfermedades me empieza a sacar de mis casillas. 50 Sombras de Grey se ha convertido en chascarrillo habitual allí donde vayas, quieras o no escuchar de ello. Como el fútbol o Gran Hermano y OT en su día. Y aunque he de decir que no he visto la película, cada vez que la oigo nombrar le voy cogiendo poco a poco más tirria, exactamente igual que me pasó con Ocho Apellidos Vascos. De todo lo que he podido inducir de éstas conversaciones perdidas y de repetidos análisis que veo por todas partes, desde El País hasta Facebook, lo que saco en claro es que lo único que ofrece la película es el puro morbo de ver las escenas de sexo. Punto.

Pero a lo que iba, que ya me estoy enredando en esta viralidad. De los trasteros oscuros de internet he encontrado este vídeo para el que quiera saber de qué va la peli quitándole el morbo.


jueves, 19 de febrero de 2015

Camino de Santiago: día 1 (08/02/2015) De O'Cebreiro a Samos

El viaje comenzó en la estación sur de Madrid, desde allí, a las 00:30 cogimos el bus que 5 horas después nos dejaría en Pedrafita do Cebreiro, a unos 3'7 Km de O'Cebreiro, el punto de partida original, donde el cuenta Km empezaría a correr.

El trayecto en bus fue bastante doloroso, y saber que tras llegar nos quedaría un largo día por delante no ayudaba mucho.

La gente hablando por teléfono, el conductor con la música super alta... yo iba con tapones y apenas si pude dormir algo, y eso que es subirme a cualquier tipo de transporte y doblar.

También íbamos con un poco de incertidumbre, acababa de haber un increíble temporal de nieve y el mismo día de irnos no pararon de llegarme imágenes de Pedrafita completamente nevada. Me plantee seriamente que lo mismo llegábamos y con las mismas nos teníamos que dar la vuelta.

Por suerte el bus se retrasó media hora, así que ganamos algo más de pseudodescanso, y perdimos ese tiempo de andar de noche, ya que venia amaneciendo como a las 8:35.

Al llegar a Pedrafita a las 6:00 nos encontramos un panorama que hizo que nos diera la risa... nieve por todas partes (de camino hasta allí apenas si quedaba nieve, pero cuando estábamos casi llegando solo se veía blanco por todas partes)

Tardamos casi media hora en prepararnos para comenzar, ropa de abrigo, impermeable, las botas, guantes, gorros, frontal, chaleco refractante, luces de señalización... era de noche cerrada.

Entre la oscuridad, la nieve, y el sueño, tardamos casi un Km en darnos cuenta de que íbamos en sentido contrario... aquí vino nuestro primer par de km extras del camino. Cuando conseguimos centrarnos y empezamos a seguir el camino correcto (cosa que no resultó tan fácil), tras subir una cuesta que fue un dolor nos encontramos que un muro de tres metros de nieve nos cortaba el paso, ahí ya fuimos conscientes de que la mejor opción era ir por la carretera, de esta forma le añadimos otro par de Km al camino, más los añadidos de ir por carretera, donde los 3'7km que nos separaban de O'Cebreiro se convertían en 5.

La verdad es que a pesar de ser casi todo cuesta arriba por asfalto, fue una gozada, la carretera desierta, rodeados de nieve, bajo la luz de la luna... Nunca había visto tanta nieve junta en mi vida... y poco a poco se fue haciendo de día.

Llegamos a O'Cebreiro, paramos a desayunar, sin dejar de alucina de la cantidad de nieve y lo difícil que era andar por las calles del pueblo incluso ayudándonos por los bastones. Cuando nos incorporábamos de nuevo ya eran casi las 9:00, realmente nos costó comenzar el camino, pero una vez salimos de O'Cebreiro todo fue más rodado.

A pesar de ello, volvimos una vez más a intentar seguir por el camino, incluso parecía que durante unos km este estaba despejado, pero tras mucho tiempo sin ver indicaciones,  consultamos el GPS para ver como cada vez estábamos más lejos de la dirección correcta. Tuvimos que retroceder más de 2 km y en la vuelta, vimos como una flecha señalaba el camino que nuevamente se cortaba por un muro de nieve. A la ida ni si quiera se veía ya que estaba cubierta de nieve. Así que aquí otros 4km y pico de cortesía más.
Seguimos andando por la carretera, permitiéndonos el lujo de un bolazo de nieve de vez en cuando. Paramos a tomar algo calentito en Alto do Poio y allí supimos que lo teníamos casi hecho.

A medida que nos íbamos acercando a Triacastela veíamos como la nieve desparecía poco a poco, pero ya no volvimos a intentar retomar el camino, todo por carretera.

Cuando llegamos a Triacastela, sería poco antes de las dos, nos vimos con fuerzas para continuar hasta Samos, ya lo llevábamos en mente, pero sinceramente no creía que no viéramos con ganas el primer día y después de mal dormir en el bus, de hacer tantos km.

Ya no había casi nieve, así que nos aventuramos nuevamente por los caminos, y aunque nos dio la sensación de dar más rodeo que por la carretera, pasamos por sitios muy bonitos.

Atravesamos pueblos, bosques, arroyos... 

Y paso a paso, sin prisa pero sin pausa, fuimos llegando a Samos, cuando desde lo alto de la colina vimos el monasterio fue un autentico subidón, en ese momento las fuerzas casi nos abandonaron sin saber que aún nos quedaba una buena caminata hasta el pueblo.

Así hicimos nuestra primera etapa de 48km aproximadamente, sin morir en el intento.

Al llegar al monasterio, encontramos la hospedería de mismo, pero allí solo había un Checo todo vestido de camuflaje con una mochila más grande que yo. Acababa de ser tío y nos invitó a vino y nos regaló varias piezas de artesanía que se dedicaba a vender para costearse el camino. Todo un personaje con una peculiar historia detrás.

Después nos enteramos que sobre las 18:00 se pasaba el responsable. Y es que se trataba de un albergue a cargo del monasterio, mantenido por la voluntad de los peregrinos. Fue una experiencia curiosa, curiosa y sin calefacción.

Nos quedamos con ganas de visitar el monasterio ya que llegamos demasiado tarde y pillamos la última visita ya empezada.

Para dormir hicimos una jaima con las literas y las mantas, pero salir de la ducha a un baño que estaba a la misma temperatura de la calle... uuuffffff.

Después una buena cena, chuleta, la reina de las chuletas, mantenimiento de pies y a dormir que al día siguiente había que madrugar.



miércoles, 18 de febrero de 2015

What We Do in the Shadows



Y una de cine: What we do in the Shadows. Ganadora del Gran Premio del Público del Festival de Sitges, es una comedia de terror que narra en modo documental la vida de cuatro vampiros conviviendo en un piso y lidiando con su día a día. Para mí ya es todo un clásico.

Vagabond


Últimamente he estado leyendo bastantes mangas, ya que muchos son accesibles en internet y son más fáciles de leer en la pantalla que un libro. Entre todos los que he he ojeado hay uno que me ha llamado especialmente la atención. Se trata de Vagabond, la historia del personaje histórico Miyamoto Mushashi, uno de los más famosos ronin de Japón. Me ha gustado especialmente la calidad detallista del dibujo y una historia que se aleja del habitual inconexo trasiego del héroe sin ton ni son en busca de alargar un buen producto transformándolo en mediocre.
Me impresiona el detalle de las hojas
A pesar de que tuve que emigrar a las traducciones inglesas por la desesperación de ver el lenguaje maltratado y a veces incomprensible del español, dejo aquí ambas para el que quiera disfrutarlos.

En español en: Submanga, Tunangaonline, (a pesar de que prefiero la segunda opción, no dispone de todos los capítulos
En ingles en: Mangatown

martes, 10 de febrero de 2015

sábado, 7 de febrero de 2015

Camino de Santiago: día cero

Ya no queda nada, solo unas horas, que pasarán volando. Después de un largo día familiar, he llegado a Madrid con mi hermana y mi cuñado, para a la hora señalada desplazarme de su casa a la estación. A las 00:30 partirá el bus que me llevará a Piedrafita do Cebreiro, desde donde 3'7km nos separan del primer punto del camino. El tiempo no acompaña y sabemos que es mas que probable que tengamos que abortar la misión, pero vamos a intentarlo, ¡¡que nos echen si quieren que nos vayamos!!



Espero poder ir relatando grandes aventuras, pero no demasiado extremas...jajajaja

Hora prevista de llegada, 6:00h.

jueves, 5 de febrero de 2015

Camino de Santiago: día menos dos

Hoy me he despertado con el sol entrando por la ventana, pero una que no es nueva y estas cosas ya se las sabe, se ha enfundado bien, ropa térmica, ropa impermeable, braga polar, gorro de lana, guantes, abrigo y botas.

Puedo decir que no he pasado frío, pero tampoco calor, si acaso alguna cuesta arriba de estas duras en las que mantienes el paso y al final te tienes que bajar un pelín la cremallera de la chaqueta.

Al igual que ayer a medida que pasaba el tiempo se ha ido levantando un viento bastante desagradable, y al llegar a casa ya arrastraba la nieve de las cumbres más cercanas.

Hoy una ruta diferente, esta vez si se por donde porque parte del camino correspondía con una senda ya familiar estos días, y sobre todo porque he conseguido instalarme un programa que te va marcando el recorrido, distancia y tiempo. Esta vez todo parecía funcionar correctamente.

Ayer me pegué las plantillas, y hoy he ido muy bien, aunque no diría yo que sea por haberlas pegado (o intentado pegar porque dudo mucho que estén sujetas) sino más bien por haber dedicado algún tiempo a asegurarme que estaban bien colocadas y que nada me molestaba.

Hoy han sido 8,08 km a una velocidad media de 5'2 km/h, vamos, follaos jajajaja

Mañana será el último día que salga, el sábado me lo tomo de descanso, no por el ejercicio en si, si no porque ya me resiento de madrugar... la falta de costumbre.

Ahora tengo que ultimar la mochila, he cambiado algunas cosas de última hora y voy a tener que apretar un poco más. Pero me siento más que cualificada después de meter kilos y kilos de equipaje en maletas minimistas cuando vivía en Pisa.



Una noche en la ópera


miércoles, 4 de febrero de 2015

The ring: el perezoso


Desde la FrikisKrew con amor de perezoso

Camino de Santiago: día menos tres

La casi definitiva.

Hoy otros 8 km y pico, ruta diferente, esta vez con mi padre, lo que quiere decir que ¡¡no tengo ni idea de por donde hemos ido!!

Me he puesto las plantillas. Pros: amortiguan la pisada muchísimo, nada de plantas abrasadas ni pies fatigados. Contras: se resbalan y he llegado a casa con la parte de la almohadilla del pie rozando los dedos, era una sensación molesta aunque al tratarse de gel no hacia daño, pero claro, no son lo mismo 8 km que 28.

Ahora tengo que comprobar que me las coloco adecuadamente  si aun así siguen resbalando tendré que pegarlas de alguna manera.

A las 9:30 estábamos en camino, un poco de aguanieve, ideal para poner a prueba mis pantalones impermeables. Después han empezado a caer bolitas de nieve del tamaño de cabezas de alfileres y después auténticos copazos.

Los guantes de nieve me han venido genial, para el frío y para sacudirme la nieve de la capucha cuando ya notaba peso en la cabeza, jajaja

Lo peor ha venido cuando hemos cogido altitud, ha parado de nevar y a cambio a empezado a soplar el viento... el moco no se te caía porque estaba congelado en la punta de la nariz, ha sido un buen entrenamiento.

Y casi al final del recorrido nos hemos encontrado con una bandada de 19 buitres, justo el otro día pensé que llevaba tiempo sin ver ninguno y me parecía raro. Nos han pasado muy cerca, como diría un amigo ornitólogo, se les veía el iris del ojo jajaja.

Entre quitarme los guantes y poner en marcha el móvil, cuando he querido empezar a grabar ya estaban bastante lejos.

martes, 3 de febrero de 2015

Camino de Santiago: día menos cuatro

Después del picadillo de pies de ayer, hoy solo ha sido un paseo, 9 Km sin mochila ni nada.

He amanecido con los pies aparentemente bien, pero como me conozco, y yo y mis pies llevamos muchos años conviviendo, sé que las apariencias engañan.

La ruta de esta mañana la he aguantado sin mayores incidencias, eso si, siempre con bastones y rebajando el ritmo casi en un Km/h respecto ayer.


Como nos falló el GPS hemos repetido parte de la senda de ayer, curiosamente la ida han sido 4'5Km, y la vuelta, exactamente el camino inverso, 2Km... ¿reír o llorar?

Después paso por la farmacia a comprar unas plantillas de gel que me harán sentir como si caminase sobre nues de algodón, o eso me han dicho. Mañana las probaré y aunque no sean milagrosas, con que me alivien un poco la sensación de planta de pie en llamas, me vale.




lunes, 2 de febrero de 2015

Camino de Santiago: día menos cinco

Hoy mochila al completo (o bueno, casi, porque al final es difícil que no se cuele algo de última hora), y la equipación a punto.


El gps nos ha fallado un par de veces con lo que no tenemos claro cuanto hemos recorrido al final, pero en torno a los 20km, un poco menos, y a un ritmo que hay que rebajar, jajajaja

Hemos salido desde Navas del Rey por la Senda de Zarzalejo al embalse de San Juan, desviándonos por el río hasta casi Picadas y retrocediendo para subir por el camino a la Urbanización del Morro y de ahí a Navas.

La última parte la peor sin duda, cuesta arriba sobre asfalto.

Hemos vuelto contentos, el cuerpo a aguantado bastante bien, el peso de la mochila adecuado (eso sin haberla pesado, porque pensado... un rato) y sin ampollas, pero yo con mis botas casi nuevas... fuego en las almohadillas de los pies, menos mal que tengo quien me lleve a caballito al menos un rato...

Y es que una es de pies muy delicados... ahora de prisa y corriendo a buscar una solución: plantillas de gel, protectores  de almohadillas, un injerto de chicha de glúteos en la planta del pie (ahí iba a ir jodida también), o unos pies nuevos... también me he planteado ir andando con las manos...

A ver mañana como amanezco, me he auto diagnosticado fascitis plantar (malditos pies nazis....)