martes, 2 de febrero de 2010

Martes que parecen lunes

Hoy me ha costado lo indecible levantarme, creo que he estado un par de minutos oyendo la alarma en sueños y me he despertado mientras palpaba confusamente buscando sobre la mesilla. Creo que pensaba que lo que sonaba, a pesar de ser una inconfunduble alarma, era una radio encendida, màs bien haciendo interferencias.

Hacia muchos dìas que no me iba sin desayunar, me imagino que los mismo que no salìa tan dormida de casa.

Antes de hacerlo me he asomado por la ventana ha ver el tiempo que hacia, cruzando los dedos porque estuviera nublado. Normalmente es porque no llueva, pero es que ayer dejè algas desongeandose en la calle y si hoy no hacia sol, podìa tomarmelo con màs calma, incluso dormir otro rato... pero no, solazo de escandalo.

A pesar del brillante sol, llevo suficiente tiempo viviendo aquì como para saber que da luz pero no calienta tanto como puede parecer. Camiseta de manga corta, de manga larga, jersey y abrigo. La capucha del abrigo siempre puesta, me recuerda a cuando iba al colegio y me ponìaa la bufanda por encima de la capucha y apenas se me veian los ojos.

"Mierda, los guantes... dònde estàn? No hay tiempo, las algas no necesitan mucho màs sol para apestar antes de licuarse"

Me gustarìa pensar que porque iba metida en mis pnsamientos, pero la verdad es que creo que solo iba dormida, casì me atropella un abuelillo en bici. Podrìa escribir un libro sobre mis incidencias ciclisticas, pero supongo salvo por la cantidad de ellas, tampoco habrìa nada reseñable.

Y eso es todo amigos, voy a seguir con lo mio...

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