jueves, 18 de marzo de 2010

Habitualidades

Me encantan (me encantan muchísimo) las cosillas del día a día, un viejecillo que rasca una pegatina de la pared con una moneda, una multitud en pie bloqueando una callejuela mientras come lasaña con las manos, gente con gafas raras, cosas apoyadas en los contenedores... siempre hay algo que me acorta el camino a casa y que tengo que contar al llegar.

Hoy ha sido un señor que me ha adelantado con su bici mientras yo iba en la mía. La verdad es que lo que me ha llamado la atención no ha sido causa de que me fijara en él, sino consecuencia. Ya estaba observando como pedaleaba delante de mi cuando mi cabeza a empezado a pensar:

"qué zapatos más raros, tienen un color que parece ir descalzo"
"coño, si va descalzo"
"que curioso, ¿irá siempre así en bici?, qué incomodo..."
"¿no tendrá zapatos?, no puede ser, no tiene los pies tan sucios como paraa haber andado descalzo ni un día, si lo sabré yo, no me habrá regañado mi padre veces por estar en el patio descalza"
"¿se los habrán robado? no parece que le importen mucho"

Y ahí he dejado al hombre feliz pedaleando descalzo y me he puesto a ver cosas apoyadas en los contenedores.

2 comentarios:

Melissa dijo...

Es que no sabes lo que masajea el pedal miestras pedaleas... Yo creo que es eso!

Melissa dijo...

Por cierto que cambio mas chulo de cabecera!!