jueves, 14 de noviembre de 2013

Como la puta droga

Adicto perdido, con el dedo permanentemente sobre el botón, así en caso de necesidad no perder un efímero pero precioso tiempo.

Necesidad de ese pico, ese subidón, de ese calor que te hace estallar el pecho mientras por las entrañas trepan pequeñas y frías burbujas que acabarán saliendo por la nariz.  Más, más...


Ha cambiado el envase, el contenedor, las dosis y hasta el modo de empleo, pero al fin y al cabo, puta droga.


Incapaz de percibir nada más allá de un centímetro de la piel y bajo esa pequeña capa de sensaciones que sirve de carcasa, más nada.

Tengo un vacío que intento rellenar con algodones impregnados en pellizcos de esta felicidad enfermiza. Y se está tan calentito, tan confortado, tan vivo... que hasta se me olvida vivir  ¡¡No quiero salir!!  y cuando el perfume alucinógeno se disipa, vuelta a no sentir nada.

Más droga... Y así vuelvo a darle al botón.   Mucho mejor...   ...Enviando...  Voy a comerme el mundo desde la cama. 

No hay comentarios: