lunes, 26 de noviembre de 2007

Memorandum


Últimamente han pasado cosas importantes en mi vida. La más sorprendente es que a mi edad, que se dice pronto, nunca me había hecho un chinazo. Pero desde hace unos 15 días, mi pantalón del chandal, que por otro lado lleva conmigo desde tiempos inmemorables  luce uno en la pernera derecha, justo por encima de la rodilla.

La más preocupante es que hoy me he dado cuenta de que he envejecido, bastante y de golpe, no me refiero a hacerse mayor, me refiero a envejecer en el más amplio sentido de la palabra. Me he sentido envejecer caminando por los pasillos de la facultad de biología, calle Princesa abajo, Paseo de Extremadura arriba, Canillejas a un lado, y lejos de lo que día a día me asegura que sigo viva.

Como bien dijo Freiji, me siguen gustando las mismas cosas que con 15 años, tambien es verdad que he aprendido muchas otras, pero nada de anchoas en lata, conservadas de por vida, solo calamares y en su tinta

Como dijo *****: A veces perder y ganar es lo mismo

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