lunes, 5 de noviembre de 2007

Definitivamente definitivo

Si es que alguna vez creí, desde luego ya no creo, ni en el destino, ni en el Karma, ni el más allá, ni el menos acá, ni el sino y ni el nosi, y sobre todo, por encima de cualquier cosa, ni en la puta madre que lo parió.

Después de estas palabras dedicadas a algo que por supuesto ni existe, ni existió, y solo existirá si en el transcurso de las cosas ocurre, con ayuda de alguna interacción cósmica, una ruptura del continuo espacio tiempo tal y como se concibe en estos instantes demostrando que estaba equivocada, me dispongo a justificar levemente mis porques.


Pués eso señores, que tengo los cojones negros de tanta tontería, que de que sirve hacer las cosas bien si luego no queda ni autosatisfacción, que ya son ganas de pasarse 23 horas al día luchando por sobrevivir y la hora restante cagando.

Qué vaya mierda de si me han dicho que te diga que digas que ostias putas, que tenemos los huevos llenos de pelos negros que parece que se nos alisan si hacemos las cosas como pseudoadultos.

Porque los 13 años están bien, pero estoy cansada de meter el codito que a mi ya me gusta que me soben con gracia, aunque lo único que tengo sobados y de lo lindo son los mismísimos.

Debe haber una coalición destinada únicamente al frotamiento de éstos, porque si no yo no me lo explico.

Como dijo *******: tengo muy claro en que posición me dejas a mi.

Ilustraciones a cargo de Javistoteles

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