miércoles, 15 de febrero de 2017

Plástica mirada a un futuro pasado

Resulta aparentemente sencillo aprender a andar, un pie, otro detrás y mantener el equilibrio.

Cuando lo tenemos dominado nos sobra tiempo para pensar y es ahí cuando la cosa se complica. Velocidad, dirección, propósito... caos.

La vida se escapa a nuestro control. ¿Somos lo que dejamos a nuestro paso? Huellas en la arena que el viento se lleva, al fin y al cabo efímera felicidad.

Poco importa los planes que tengamos para nuestros pies cuando el camino desaparece ante nuestros incrédulos ojos, obligándonos a olvidar para resistir.

¿Suerte? cuestión de actitud, ¿o era aptitud? En cualquier caso muchos estaremos jodidos...

Demasiada sensibilidad hacia las condiciones iniciales, los cambios, cambios son, y llega un momento que es difícil determinar la zona de confort.

En cualquier caso, mañana podremos seguir diciendo "mañana..."

No hay comentarios: