Ha quedado claro que no sabemos viajar sin que nos pase alguna, ya sea merecida o no, por suerte siempre salimos airosos.
No es que no hayamos tenido tiempo de mirar cosas, pero al final, unas cosas por otras la casa sin barrer, y al llegar a La Valletta... "¿tu has mirado donde está el hotel?" "Mmmmm, pués yo tampoco" Una vez nos aseguramos de que estabamos en La Valletta y no en cualqueir pueblo perdido de la mano de dios, preguntamos en un puesto de policia sobre donde se encontraba el hotel, sabiamos el nombre y lpor lo menos llevabamos apuntado lo que creiamos era la dirección.
Con su ingles maltés nos indicaron como llegar, yo no me entere de nada, pero eso tampoco quiere decir mucho, pero es que MAuro tampoco se enteró mucho, así que nos encaminamos siguiendo las indicaciones, buscando un teatro que nunca encontramos, a cuya altura deberiamos girar a la derecha. Cuando nos parecio que algo fallaba, nos encontramos a otro policia, que nos dijo que ibamos mal, y nos acompaño hasta la calle del hotel, charlando con Mauro, y yo intentando pillar lo que podía.
Podría haber sido muy gracioso tener que llamar al hotel, para intentar explicarles donde estabamos y que nos explicasen como llegar.
No es que no hayamos tenido tiempo de mirar cosas, pero al final, unas cosas por otras la casa sin barrer, y al llegar a La Valletta... "¿tu has mirado donde está el hotel?" "Mmmmm, pués yo tampoco" Una vez nos aseguramos de que estabamos en La Valletta y no en cualqueir pueblo perdido de la mano de dios, preguntamos en un puesto de policia sobre donde se encontraba el hotel, sabiamos el nombre y lpor lo menos llevabamos apuntado lo que creiamos era la dirección.
Con su ingles maltés nos indicaron como llegar, yo no me entere de nada, pero eso tampoco quiere decir mucho, pero es que MAuro tampoco se enteró mucho, así que nos encaminamos siguiendo las indicaciones, buscando un teatro que nunca encontramos, a cuya altura deberiamos girar a la derecha. Cuando nos parecio que algo fallaba, nos encontramos a otro policia, que nos dijo que ibamos mal, y nos acompaño hasta la calle del hotel, charlando con Mauro, y yo intentando pillar lo que podía.
Podría haber sido muy gracioso tener que llamar al hotel, para intentar explicarles donde estabamos y que nos explicasen como llegar.
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