sábado, 21 de septiembre de 2019

Los Mambo Jambo

El jueves tuve la oportunidad de ver en directo a Los Mambo Jambo.

No los conocía y fue una grata sorpresa.

viernes, 13 de septiembre de 2019

Se me olvidó que era alzheimer

Hace bastante tiempo empecé a escribir un texto que nunca terminé, y finalmente ahí va sin haberlo hecho.

- Puffff,  cómo me meo... con lo calentito que estoy en la cama... Arriba. Mgggggggh... estás piernas que apenas me responden... es como estar pegado al cuerpo de un muerto. Y ese olor... de repente todo me huele a meado...
- Buenos días cariño. ¿Ya estás despierto? Joder Antonio... ¡¡¡ya te has vuelto a mear  encima!!! ¡¡¡Cómo si no tuviera bastante trabajo contigo!!! ¿ No puedes pedir ayuda? Este hombre... que no hay manera con él...
Antonio siempre responde con silencio y en estos momentos de profundo dolor, espera que su mente muera tan rápido como lo está haciendo su cuerpo.
Alzheimer, una palabra tan fea como cáncer,  parkinson,  demencia, artritis reumática o fribomialgia entre otras...
Enfermedades que por mucho que intentemos que no sea así,  condicionan la vida de los que las padecen y los que los rodean.
Pensamos que el peor momento es cuando diagnostican una de estas enfermedades, pero ese es solo el principio.
Realmente estamos preparados para sentirnos mal, para largos procesos médicos,  e incluso somo capaces de llegar tan al límite que asumimos lo peor. Pero lo que nunca hacemos es entender al que padece estas enfermedades.
Imaginad como debe sentirse una persona que pasa de ser completamente autosuficiente,  a de repente convivir en su mismo cuerpo con alguien incapaz de controlar los instintos más básicos.  Lo que debe ser volver en si mismo y verse con los pantalones por los tobillos con su hijo limpiándole con una esponja su más profunda intimidad mientras entrevé por la puerta mal cerrada del baño a sus nietos corretear curiosos por el pasillo.
Estar sentado impasible en una silla mientras escucha como su mujer se desahoga lamentándose por teléfono de lo insufrible que es hacerse cargo de su marido, el cual tiene al lado y no se entera...
¿Y si sí se entera? ¿Y si justo ese es su momento de lucidez?
Se nos olvida... se nos olvida que es convivir con una persona que tiene que convivir con una enfermedad.
¿En qué momento, se enseña a los familiares a respetar y a tratar a una persona con una enfermedad?
Decimos que entendemos, pero no lo hacemos, creemos que sí,  pero somos incapaces de hacerlo.


jueves, 12 de septiembre de 2019

Prever el tiempo

Acabo de descubrir la página de previsión meteorológica VENTUSKY

Si, el nombre es un poco de coña, pero tiene buena pinta. Ofrece la previsión de temperaturas, precipiaciones, nuvosidad, viento, humedad, oleaje o nieve entre otras cosas, con una presentación bastante visual, hora a hora y con una antelación de hasta 10 días.


Ya sé, ya sé, las previsiones con tantos días pueden variar bastante, pero oye, ahí la llevas.


Aún no lo he contrastado con los datos de la aemet, pero solo su soporte como mapa interactivo hace que merezca la pena echarle un vistazo, y ya si funciona bien...

Además tiene la opción de compartir y de descargarte la App.

Como podéis ver, a mi de momento, me ha conquistado.

Previsión del tiempo en el mapaTemperatura, 2 m sobre tierra, 12/09/2019 08:00 (UTC+02:00), © VentuSky.com

viernes, 23 de agosto de 2019

Calamares de río

No deja de llamarme la atención la forma que tenemos de sobrellevar los calores del verano.

Eso qué el mismo pasa sin que apenas nos demos cuenta. Quizá uno de los periodos más largos, pero breves del año.

Son estos meses donde más noto lo rara que se me hace la vida ahora.

Han sido muchos años con un estilo de vida que nada tiene que ver con el de ahora.

Ahora que busco los contenedores en las playas de interior. Ahora que camino en silencio pensando en lo poco que me gusta ese tipo de soledad.

Ahora que todo ha cambiado, menos lo que a pesar de todo, sigue igual.


sábado, 27 de julio de 2019

Las cosas del café y del ahora.

Este tatuaje, descolorido y embellecido con los años, que me recuerda quién y qué soy. Este escritorio donde quedan las notas de nuestros posos. Caminando por este filo con el que me suicidé, que me indica el fino camino a recorrer, que viene de un doloroso pasado y se extiende hacia la niebla. Esta sangre de las heridas que al tropezar me abre este filo. Estas cicatrices que ya son callos, botas de punta de hierro, y que me permiten seguir caminando. Este cartel de "Peligro, manténgase alejado" que se empeñan en desobedecer incautos. Esta costumbre a la mochila con la que me era imposible levantarme. Este viaje en el vacío, en el espacio exterior, entre las estrellas, donde el sol ni se levanta ni se pone, en busca de asteroides y cometas. Esta armadura de púas con las que me defiendo del querer. Este agua con sal que me regalan a cambio. Este paso del tiempo, este olvido, esta memoria que me pierde cosas y me clava otras, esta eterna mirada perdida. Estos cuchillos que conseguí devolver y estos otros que mi cabeza se empeña en esconder en bolsillos escondidos. Estos díscos que desde 2013 no son Extremo, sino Robe, con sus mismas mierdas, pero Robe.

Estos momentos en los que el café de la mañana se acaba y al mirar dentro de la taza se ven unos puntos negros en el fondo. Qué pequeños son. Y sin embargo le han dado al café ese sabor intenso, algo amargo, que he tenido que endulzar. Ese sabor que me acompaña al despertar y que me mantiene alerta todo el día.

viernes, 26 de julio de 2019

Al otro lado del silencio

Ella estaba allí, como lo había estado tantas otras veces, solo que en otro lugar y en otro momento.

Él hablaba de sus tonterías, tonterías que con el paso de los años ella seguía entendiendo y compartiendo como el primer día,  como si no hubiese pasado el tiempo.

Había algo que los hacia sentirse cómplices en una vida que ninguno de los dos entendía mucho. La única diferencia despué de los años, es que ambos, cada uno a su manera, habían aprendido a sobrellevarlo.

Eso, y esa barrera invisible pero densa que impedía que se tocarán el uno al otro.

Esa linea que traza el miedo entre los logros alcanzados y la recaída en otra época que si bien a ambos les aportó pequeños grandes momentos de felicidad, terminó por algo.

Y allí estaban, disfrutando de su compañía como siempre, pero de un modo que aun se les hacia raro, fingiendo que no habían tenido un pasado y que no querían recaer en el presente.

Como una droga que no quieres volver a tomar y que sabes que estas mejor sin ella, pero que una oscura parte de ti se muere por consumir hasta que te consuma.

Esa adicción a la melancolía y a los picos de placer e infelicidad.

Esos momentos que afloran partes de tu ser adormilado por la felicidad del día a día,  por la tranquilidad, por ese hogar construido en mitad de la estepa, que podría arder con un descuido.

Sensaciones de las que nadie habla cuando dos viejos lobos se sientan en la misma mesa.



sábado, 20 de julio de 2019

Si no vas a ir a por todas, no vayas.

Si no vas a ir a por todas, no vayas.

A veces necesito oírmelo decir para creerme mi propia historia, para poder fingir que creo que lo estoy intentando.


martes, 16 de julio de 2019

Se me olvidó

Nunca pensé que me olvidaría de ti.
De tu olor, de tu calor, de tu sabor. No recuerdo el color de tus ojos ni el sonido de tu voz.

Siento que te quise, que me quisiste, y que en algún punto, ambos dejamos de hacerlo.

Recuerdo que durante mucho tiempo me enfadaba, no el echo de que se hubiera acabado, sino el haber creído que duraría para siempre.

Ya solo queda alguna foto, alguna palabra que no se pudo llevar el tiempo y las cicatrices en mi piel.

Me equivoque contigo, contra ti, a pestar de ti, gracias a ti, y ahora soy lo que sería cualquiera después de ello.

Ahora soy así,  ahora entiendo de otra forma donde habita el olvido, ahora hay días que me atrapa la melancolía y recuerdo como dejamos que los demás decidierán que seria de nosotros, o como nosotros mismos impedimos que tuviéramos algo más por miedo a que no funcionara, o como fingimos que no nos importabamos hasta que dejamos de hacerlo.

A veces sueño contigo, a veces te veo y me cuesta recordar porque se acabó. A veces, el olvido.







martes, 21 de mayo de 2019

sábado, 2 de marzo de 2019

miércoles, 13 de febrero de 2019

A fuera llovian madreselvas

“Para quienes viven absorbidos por el pasado, que quizás fuera la época de gran felicidad. O los recuerdos de un amigo perdido, o de ambiciones que no se han hecho realidad. Ya no espera mayor felicidad que la que han experimentado”.
E. Bach


Madreselvas, la flor que "cura" la melancolía, porque la vidasigue aunque nosotros nos paremos.

Golpe a golpe, paso a paso.

viernes, 8 de febrero de 2019

Estranged


Hace muchos, muchos años, de pequeño, en un programa de televisión que se llamaba Del cuarenta al uno y que ponían en Canal+ oí una canción de Guns que me pareció su mejor canción con diferencia. Después de ese día y durante muchos años no pude volver a escucharla. Por mucho que me sentara delante de la pantalla esperando que la pusieran nunca volvió a sonar. Con los años apenas la he escuchado alguna que otra vez.

Ayer por la noche, volviendo de trabajar, encendí la radio y al acabar la canción que estaban sonando la pusieron. Subí los altavoces a reventar y al llegar a casa me quedé en el coche hasta que acabó.

Me encanta esta canción.






martes, 5 de febrero de 2019

Añurgo de madreselvas

Es curioso aquello a lo que damos importancia, del mismo modo que las cosas que echamos de menos.

Cuando ambas cosas coinciden, es un dolor raro, como algo dulce que al final tiene un regusto amargo. ¿Es dulce?, ¿es amargo?, ¿no es nada?...

Es como estar en la parada dejando pasar autobuses que no nos van bien del todo porque hay uno que nos viene mejor. Y pasan todos menos ese. Y llevas esperando lo suficiente para haber llegado a casa si hubieras cogido cualquiera de los otros.

Y te preguntas,  ¿estaría mejor en casa que aquí?  O más bien, ¿estoy aquí peor que en casa?

Y sientes un peso en el pecho, la presión de saber que estas haciendo algo muy mal pero ni si quiera puedes decirlo en alto.

Pasan los meses, los años, los siglos, y lo único nuevo que deja el tiempo es polvo en los muebles y arrugas en la cara. Y sigues sin hacer nada.

Pero duele, hay días que duele tanto que casi estas a punto de hacer algo. Y no lo haces. Pasas otra vez la misma página, haces la lista de la compra, ves la programación de la tele, vas al bar, lloras sin lágrimas y ríes sin ganas.