De vuelta en Pokhara fuímos al museo internacional del alpinismo, muy interesante todo sea dicho, y en él los puentes tenían su pequeño apartado con todas las variantes posibles y pequeñas réplicas a escala. Es una pena que no tuvieran fotos del proceso de construcción ni tampoco explicaciones al respecto porque a día de hoy sigo con suposiciones y teorías.
Arriba a la derecha! |
Sólo uno en todo el camino estaba destruido y justo al lado otro lo flanqueaba, remarcando la importancia y el cuidado que en Nepal se les da a estas obras de arte, que de uno a otro lado del país se les ve conectando pueblos recónditos. Allí donde las pésimas carreteras ni se atrevían a acercarse un puente tibetano daba paso a los porteadores y las caravanas de mulas como si del medievo se tratara.
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