Pasan los años, con ellos las vivencias, que nos doman y moldean, volviéndonos más irreverentes y cada vez más políticamente incorrectos. Cada vez quedamos menos, pero también nos queremos más.
Ya se atisba algo de aceptación hacia lo que somos y a como acabaremos, y ahora estamos en el momento justo en el que la vida puede que nos sorprenda con esas cosas que hace tiempo que ya no esperamos.
A mis hombres solitarios... asechanzas de amor.
3 comentarios:
Brindo por ello.
Así sea algún día.
Y será, porque en realidad es.
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