jueves, 5 de febrero de 2015

Camino de Santiago: día menos dos

Hoy me he despertado con el sol entrando por la ventana, pero una que no es nueva y estas cosas ya se las sabe, se ha enfundado bien, ropa térmica, ropa impermeable, braga polar, gorro de lana, guantes, abrigo y botas.

Puedo decir que no he pasado frío, pero tampoco calor, si acaso alguna cuesta arriba de estas duras en las que mantienes el paso y al final te tienes que bajar un pelín la cremallera de la chaqueta.

Al igual que ayer a medida que pasaba el tiempo se ha ido levantando un viento bastante desagradable, y al llegar a casa ya arrastraba la nieve de las cumbres más cercanas.

Hoy una ruta diferente, esta vez si se por donde porque parte del camino correspondía con una senda ya familiar estos días, y sobre todo porque he conseguido instalarme un programa que te va marcando el recorrido, distancia y tiempo. Esta vez todo parecía funcionar correctamente.

Ayer me pegué las plantillas, y hoy he ido muy bien, aunque no diría yo que sea por haberlas pegado (o intentado pegar porque dudo mucho que estén sujetas) sino más bien por haber dedicado algún tiempo a asegurarme que estaban bien colocadas y que nada me molestaba.

Hoy han sido 8,08 km a una velocidad media de 5'2 km/h, vamos, follaos jajajaja

Mañana será el último día que salga, el sábado me lo tomo de descanso, no por el ejercicio en si, si no porque ya me resiento de madrugar... la falta de costumbre.

Ahora tengo que ultimar la mochila, he cambiado algunas cosas de última hora y voy a tener que apretar un poco más. Pero me siento más que cualificada después de meter kilos y kilos de equipaje en maletas minimistas cuando vivía en Pisa.



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