Mapas y encrucijadas |
Como hoy me quitaban una muela del juicio, que mejor forma de mentalizarse para la operación que hacerse un viaje para pasar frío en la calle, calor en casa, y andar mucho para reponer todas las calorías ingeridas.
El destino, tras muchas alteraciones, fue Zamora. Gracioso es cuando los lugareños expresan que el frío que hace no es normal para lo que allí hace en éstas fechas.
La verdad es que es una ciudad que sorprende, sobre todo cuando no tienes ni idea.
Con un mapa en mano puedes patear por un par de días, no conté las iglesias en las que entré pero fueron muchas. Eché en falta que a pesar de haber multitud de paneles informativos, la información que ofrecían se me quedaba más bien escasa, volví a casa con muchas dudas, que, conociendo mi memoria de pez, se perderán en el olvido.
Lo que más llama la atención es la cantidad de recursos que se han debido invertir para la restauración y rehabilitación de multitud de edificios y construcciones, y sin embargo, como se están echando a perder, por vandalismo o simple dejadez. Supongo que es lo que tienen los fondos europeos, que dan mucho pan para hoy sin que justifiques gran cosa a largo plazo.
Y aunque siempre que hago un viaje me propongo publicar infinidad de post contando impresiones y curiosidad por un lado a modo de agradecimiento a la ciudad, país o pueblo que me acoge durante unos días, y por otro para hacer un poco de guía a los futuros visitantes con la mejor opinión que puedo dar, la mía, en esta ocasión solo quería publicar esta imagen, de esas que me encantan y que a mi se me pasó totalmente por alto. Está claro que no hay nada como viajar acompañado.
Liberad a...¿Dumbo? |
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