Tras meses de ser estafados por nuestra compañía telefónica habitual, el italiano, a cuyo nombre estaba el contrato, decidió cancelarlo.
De hecho ahora ya no deberíamos tener conexión, pero por suerte aquí todos van a su ritmo... aunque esperemos que no nos envíen otra factura más, porque las reclamaciones también van al suyo...
El contrato lo teníamos con Alice, compañía bastante conocida, pero con bastante morro también. El caso es que entre pitos y flautas, la factura que inicialmente debía ser de 80 € al mes (60€ de Internet + 20€ de linea telefónica con sus respectivos I.V.A.s) no bajaba de 100€ nunca. Y cuando después de un año de contrato, el coste se iba a reducir porque ya no teníamos que pagar los 20€ de linea telefónica, suben 20€ la tarifa de Internet... en fin...
Conocemos a gente que paga 30 euros al mes en total... mucha diferencia...
Ahora nos hemos enterado de que otras compañías tienen bonos de 10 horas diarias a un precio razonable, el problema es que como somos inmigrantes en un país no muy tolerante con los extranjeros, es posible que no podamos ni hacer el contrato a nuestro nombre.
Aquí dar un paso es una maratón, así que aquí estamos, a la espera de la incomunicación.
1 comentario:
y dura...
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