La verdad es que en aspecto es como cualquier bar, pero el trato, el precio y la calidad del servicio, sobre todo si te atiende el mismo Pascual, no tiene comparación. Eso si, es un bar de tapas, comer de menú es imposible (demasiada gente), y las raciones ya suben de precio.
Allí hay que pedir tubo y tapa (cosas de la zona, una caña vale lo mismo que un tubo de cerveza...) y aunque recientemente ha subido el precio de 1'50 a 2€, con tres tapas has cenado, eso si, eligiendo bien.
Para esquisiteces, el atún ahumado... mmmmmmmm
Si vais por Carboneras, no dudéis en pasar por allí.
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