Aquí queda una foto, de mala calidad, de la Piazza dei Miracoli bastante entrada la noche, tanto que no se ven ni los típicos asiáticos con sus puestos ambulantes de helicópteros voladores, figuritas de la torre y artilugios de lucecitas de prostíbulo. La plaza por la noche es otra cosa, se supone que está cerrada al público, aunque nosotros fuimos y dimos un paseo por allí, pasando por delante del coche de la policía que la vigilaba. Vacía de turistas me parece bastante más bonita, más antigua, quizá incluso más real. Y más real lo digo porque durante el día, llena de turistas, esta plaza tan bien cuidada contrasta bastante con el resto de la ciudad. Es como un parque de atracciones puesto en medio de la ciudad a la caza del turista de gorrita y cámara. Se diría que la plaza hubiera sido diseñada únicamente con un fin comercial más que artístico, como si hace cientos de años alguien hubiera hecho un plan de pensiones para la ciudad.
De todas formas lo dicho, por la noche y sin hormigas la plaza parece encontrar su sitio.
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