El primer día que vinimos a hablar sobre la casa con el propietario nos dijo que de las cuentas de la casa se encargaba uno de los inquilinos, un italiano, militar... y que si teníamos algún problema con él que se lo dijéramos. Un día después nos instalábamos en la casa esperándonos... un militar italiano.
Cuando le conocimos resultó que a Francesco, el susodicho, se le ponía la misma cara que a nosotros cuando le mencionabas lo de militar. Ciccio, que es como le conocen sus amigos, y que se pronuncia igual que Chicho (Ibáñez, Terremoto... no puedo dejar de acordarme de ellos al oirlo), se metió a lo de militar porque de esa manera te subvencionan los estudios, de medicina los suyos. Está en sus últimos años de carrera y aun no sabe muy bien porqué se vino a Pisa, porque dice que aquí no hay nada que hacer, y que además los Toscanos no son muy abiertos ni agradables.
Nos llevamos bastante bien con él y con su novia Selena. Hemos hecho algunas cenas juntos y el día que tengamos pasta quizá nos acoplemos a la casa de Selena en Florencia y pasemos allí algún fín de semana. Yo ya le he dicho que no puede ir a España sin pasar por mi casa.
Esta foto se la saqué un día que tenía que presetarse ante su jefe. Aunque tenía que haberle hecho otra justo después haciéndome un pajarito. Un abrazo a donde esté.
Cuando le conocimos resultó que a Francesco, el susodicho, se le ponía la misma cara que a nosotros cuando le mencionabas lo de militar. Ciccio, que es como le conocen sus amigos, y que se pronuncia igual que Chicho (Ibáñez, Terremoto... no puedo dejar de acordarme de ellos al oirlo), se metió a lo de militar porque de esa manera te subvencionan los estudios, de medicina los suyos. Está en sus últimos años de carrera y aun no sabe muy bien porqué se vino a Pisa, porque dice que aquí no hay nada que hacer, y que además los Toscanos no son muy abiertos ni agradables.
Nos llevamos bastante bien con él y con su novia Selena. Hemos hecho algunas cenas juntos y el día que tengamos pasta quizá nos acoplemos a la casa de Selena en Florencia y pasemos allí algún fín de semana. Yo ya le he dicho que no puede ir a España sin pasar por mi casa.
Esta foto se la saqué un día que tenía que presetarse ante su jefe. Aunque tenía que haberle hecho otra justo después haciéndome un pajarito. Un abrazo a donde esté.
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