jueves, 25 de octubre de 2007

Meses a...

Ya casi ni recordaba la contraseña para acceder...


La excavación, 20 días confinada en el Mortero, donde cada día era lunes, pero aun así contaba las horas que quedaban para el viernes por la noche, que era como cuando llegaba correo en tiempos de guerra. Mucha comida basura, agua fría, tostadas a la sartén y muchachada nui.

La facultad, a la que llegué una semana tarde, con el correspondiente desfase de elección de prácticas e ignorando como se mueve el cotarro.

Aún poniéndome al día cuando nos reclaman en Navarra con Vegetación ibérica para observar comunidades. Sin acabar de llegar hay que marcharse a Noja a un muestreo de algas en viaje relámpago de dos días y una noche. Todo esto sosteniendo un trancazo acojonante que ni sí ni no.

El exilio de la casa paterna, que me hace sentir que estoy de vacaciones aunque acabo teniendo que hacer muchas cosas más.

Y sobre todo la lucha, la lucha por recuperar un poco mi vida, por reconocerla en cierto modo, sintiendo demasiadas cosas, y no todas buenas.

Como dijo *********: "búscame porque no se donde estoy"

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