martes, 19 de junio de 2007

Vivir

El mundo se ha convertido en 6 paredes.
Un suelo que nos mantiene en pie,
hecho de pequeñas tablas de madera,
que guardan el mismo tesoro una y otra vez,
un cielo de pintura blanca desconchada
lleno de telarañas y cuatro horizontes
oscurecidos a la altura del roce.


Por las noches hace calor,
y de día corre una brisa suave solitaria.
Hemos plantado un naranjo, un cerezo
y un manzano, pero de momento sólo
el limonero a dado frutos.
Cuando nos metemos en la cama se oye
el murmullo del mar,
a veces tan fuerte que no puedo dormir.
Hay días buenos, y días buenos
con momentos menos buenos,
pero siempre podemos tumbarnos
entre las flores y sentir su olor,
acariciar el agua con la palma de la mano
y el aire con el reverso de la misma.
Y dejar de sobrevivir
para poder empezar a vivir.

Como dijo ** *****: Ya no necesito ir fuera para buscar lo que tengo a mi lado.

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