Recuerdo mi último verano aquí... Si que ha llovido... Tanto que las flores se secaron y dejaron semillas que dieron nuevas plantas, nuevas flores y nuevas semillas...
Me dijeron "ya crecerás, ya te harás mayor".
Crecer he crecido, no mucho ya que me sigue valiendo ropa de cuando tenia 17 años (si que me salió buena esa ropa), aunque si que es cierto que aquellos pitillos elásticos rojos los tuve que tirar porque no me dejaban ni respirar cuando di el estirón.
Como decía, crecer he crecido, aunque cada vez entiendo menos que significa hacerse mayor.
Miro hacia atrás y siento melancolía por numerosas cosas, pero lo cierto es que no podría haber sido diferente, ni tan siquiera las cosas que fueron culpa mía. Todo tuvo un porque y una consecuencia, hasta aquél dolor que sentí, hasta ese daño que causé.
Piedras de un camino que me han llevado hasta aquí.
Y ahora, en el sesenta y tantos de mayo, me siento descolocada, muchas cosas nuevas, y mentiría si no estuviera más preocupada que emocionada (si, ya, soy más de cal que de arena). Pero si algo he aprendido es que la zona de confort es de arenas movedizas y siempre, siempre, hay una segunda oportunidad, solo hay que saber aceptarla.
"Como una rosa en un cajón, como un florero de cristal para flores de crartón"
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