Pues eso, el mero más pequeño del mundo.
Esas cosas que ves un poco por casualidad y un poco por estar buscando algo aunque no sepas muy bien el qué.
Como decía mi profesora de botánica general, "hay que ver con ojos de mirar", y la verdad es que se descubren cosas increíbles.
Como la vida misma... hay que estar atento o las oportunidades nos pillan mirando para otro lado.
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