Eso de dos veces al año envolver tu vida en papel de periódico y llevártela a cuestas a otro sitio empieza a hacerse duro.
Supongo que antes mi casa era un momento, una situación y ahora es un espacio.
Ya no sé si me voy de casa o vuelvo a ella, al menos el destino que dejo me despide con una sonrisa.
Y ya estamos aquí, dejar la tranquilidad, la calma y el saber estar del sur y retomar la ajetreada vida de culo de mal asiento en Madrid.
A pesar de ello, y de lo mal que pueda sonar, me ofrece muchas otras ventajas, que son las que hacen que cada invierno, abandone y vuelva a mi hogar. Lo mejor es que siguen apareciendo cosas nuevas en esta ciudad, o provincia :P
¿Qué es lo que llevo peor? Sin duda el frío, es un cambio muy brusco, ya no sé ni vestirme para estas temperaturas.
¿Y lo mejor? todas esas cosas que no puedo hacer allí, como encontrarme a un jabalí mientras paseo al perro bajo la lluvia, lo típico.
Me autodoy la bienvenida.
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