Siempre nos quejamos de que las empresas, jefes y demás engranajes del comercio son unos peseteros, pero es que al final todos hacemos lo mismo, buscamos el máximo por al menor precio y a veces los costes indirectos alcanzan valores tan altos que ni los vemos.
Nadie da duros a pesetas, por muy tentador que pueda parecernos si escarbamos un poco al final salen las cuentas. Lo mejor que podemos hacer es estar informados.
Tenemos un ejemplo más en los productos alimentarios no orgánicos (transgénicos, plaguicidas químicos, reducción de los ciclos de producción...) que compramos a bajo precio pero alto coste.
Dicen que la letra con sangre entra, yo creo que con humor entra mejor.
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