Últimamente no he tenido mucho tiempo para esas pequeñas cosas que pasan desapercibidas y que solo recordamos cuando echamos de menos.
Mirar el paisaje por la ventanilla sin que nuestra vista llegue más allá del cristal, contar cuentas de colores o escuchar una y otra vez la misma canción que cuenta la historia de otros.
Nunca quise ir a L.A., aunque seguramente muchos me hayan olvidado. Dudo si alguna vez esperare sentada en mi cadillac, ahora mismo terminar de sacarme el carné de conducir me supone todo un reto, pero una cosa tengo clara, ésta noche tú no estás
Siempre quise ir a L.A. dejar un día esta ciudad.
Cruzar el mar en tu compañía.
Pero ya hace tiempo que me has dejado,
y probablemente me habrás olvidado.
No sé que aventuras correré sin ti.
Y ahora estoy aquí sentado
en un viejo Cadillac, segunda mano
junto al Mervellé, a mis pies mi ciudad
y hace un momento que me ha dejado,
aquí en la ladera del Tibidabo,
la última rubia que vino a probar
el asiento de atrás.
Quizás el "martini" me ha hecho recordar
¿nena por qué no volviste a llamar?
Creí que podía olvidarte sin más
pero a ratos, ya ves.
Y al irse la rubia me he sentido extraño,
me he quedado solo, fumando un cigarro,
quizás he pensado, nostalgia de ti.
Y desde esta curva donde estoy parado
me he sorprendido mirando a tu barrio,
y me han atrapado luces de ciudad.
El amanecer me sorprenderá
dormido, borracho en el Cadillac,
junto a las palmeras luce solitario.
Y dice la gente que ahora eres formal
y yo aquí borracho en el Cadillac
bajo las palmeras luce solitario.
Y no estás tú, nena.
"Cadillac solitario"- Loquillo.