Frenando bruscamente hemos aterrizado en Pisa después de 15 intensos días. Alcoy, Carboneras, Madrid y Navas nos han acogido en un periplo de más de 3000km. Y en todos nos hemos sentido como en casa. Quizá la única pega hayan sido las prisas, las carreras, las ganas de quedarse mientras nos íbamos. Se echa de menos que nos cuiden en nuestras casas, con jardines y perros, con comida en mesa puesta. Se echa de menos el sol y la playa, el agua y el mar, la gente y la vida, todos esos lugares donde naufragar. Pasaron volando nuestros amigos sin ni siquiera poder bajarnos del tren. Mientras les saludábamos por la ventanilla ellos apenas percibían nuestras sonrisas a su lado.
Quince días frenéticos son ahora quince morriñas para nuestras ya cansadas lejanías. Demasiadas alegrías nos dejan demasiadas penas al marchar. Ahora quedan solo dedos que contar.
3 comentarios:
Ya te digo!!!!! yo estoy recien aterrizá...
mauro eres un BOLUDO!
qhistorias má
as aburridas, por cierto tio ya sabes qme debes money de cdo estavamos en rest. VIPS
jajaja, ya sabes, estaré encantado de que te pases por aquí para pagarte lo que haga falta.
No te gustan nuestras historias? y qué historias te gustan?
por cierto, creo que sé quién eres, pero estaría muy bien que se pusiera nombre en los comentarios, que aunque es divertido adivinar, es más divertido confirmarlo.
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