Por fin Siena

Tras algunos intentos, ayer conseguimos ir a Siena, lo más la sur que hemos estado de la península, de momento.

Una previsión de escasa probabilidad de lluvia es más de lo que podíamos pedir en ésta época, sobre todo si encima tienen que coincidir en fin de semana.

Con las bicis hasta la estación central de Pisa, y de allí tren hasta Siena, con transbordo en Empoli. Solo tuvimos que esperar 10 minutos al segundo tren, pero se nos hizo eterno, vaya frío mañanero que hacia por esos lares.
A destacar, las vista desde Empoli a Siena, unas montañas de colores amarillos y rojos muy bonitas, y las colinas, con su cultivo en las laderas y en la cima la casa del dueño. Una pena no tener imágenes, pero con la cámara del móvil y desde el tren, difícilmente se consigue una foto medio decente.

Las bicis se quedaron en Pisa porque habíamos leído que la ciudad estaba formada íntegramente por cuestas, y que ir en bici era una locura. Menos mal que hicimos caso porque vaya cuestas... eso sí, muy bonita, vale la pena ir, eso que nosotros hicimos la visita de pobres, solo lugares gratuitos.

En la oficina de turismo nos dijeron que tenían un pase para visitar determinadas cosas, que no era nominativo y que valía hasta finales de diciembre. Nosotros tenemos demasiados sitios que ver como para repetir, pero es una cosa esta bien saber, para sincronizar viajes con otras personas, jeje, y porque no, si es un grupo grandes, se comprar algunos pases y se comparten.

Ya contaremos alguna cosa de interés o simplemente curiosa de Siena.