Y así estamos, como en un partido de tenis, mirando atrás y adelante, en lo que se va y lo que viene. La verdad, sin mucha seguridad, pero quizá sí un poco más curtidos. Pero quién no lo está hoy más que hace un año. Todos hemos crecido. Supongo que la diferencia para nosotros estriba en la cantidad de cosas nuevas a las que nos hemos tenido que enfrentar. Y claro está que incluyo aprender otro idioma y vivir en otro país diferente, pero eso quizá, navegado el río, no haya sido lo más difícil. Ha habido otras bastante más difíciles que aquellas que considerábamos cuando decidíamos si embarcarnos en esta aventura.
Y si habría de decir cuál ha sido la más difícil sería aprender a estar solos, a tenernos sólo a nosotros dos. No ha sido nada fácil. Hemos echado mucho de menos a los nuestros. Sus visitas, las de aquellos que han querido y han podido hacerlo, han sido como oasis en el desierto, han sido agua. Cada una de las tres visitas han sido excepcionales. Las esperamos durante semanas y cuando llegaron disfrutamos al máximo cada una de ellas. Y al irse nos dejaron vacíos.
Ojalá aquellos que no pudieron venir aparten unos céntimos al día, o se cojan dos días libres, y vengan a visitarnos el año que viene, pues les hemos echado mucho de menos. Y a los que vinieron volved, habrá más y será mejor.
2 comentarios:
se la vide. no se si se escribe asi pero es cierto estas cosas forman parte de la madurez de las personas, mejor hacerlas ahora que despues.. o arrepentirse de no haberlas hecho nunca besos mama
lo de los días libres va por mí? ya veo, más chantaje emocional...haremos lo posible, besitos,
mms
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