Por lo menos no llovia

Hoy ha sido un día muy largo, que ha comenzando muy temprano y aun no ha terminado.
Inocente de mi, creí que al tratarse del segundo trimestre, seria menos complicado, pero nada más lejos de la realidad.
Después de 50 minutos dando vueltas buscando el aula de una lección inexistente, he localizado al profesor, que amablemente me ha informado que esa asignatura se había suspendido. 40 minutos después de mucho caminar y sentirme perdidisima por las afueras de Pisa, he llegado al fin del mundo, donde tenia el buen hombre el despacho.
Como segunda odisea, he de decir también que la menor de todas, he ido a recoger el certificado del curso de italiano que llevo esperando semanas, y cuando ya me iba con él en la mano, me he dado cuenta que estaba mal y tenían que repetirlo.
Tres horas contando cromosomas, y como colofón, de correveydile entre un profesor y la secretaría para que me pudieran poner la nota de los examenes.

Menos mal que había desayunado fuerte!!

Por fortuna llevaba un calzado cómodo y hacia solecito.

Mañana más y mejor.