Poco a poco va tomando forma mi proyecto más absurdo, un proyecto surgido del aburrimiento y del sistema de obtención de nuevos muebles para el cuarto, un sistema basado en salir a la calle y coger todo lo que tenga una mínima utilidad, el sistema tio camuñas, o en su versión de fín de semana sistema tercer botellón.
Así que retal a retal y paraguas tras paraguas nuestras cortinas están a punto de llegar al ecuador de su producción. Aquí queda su estado de hace dos semanas, que es exáctamente el mismo que tiene en estos momentos. Y es que hay que ver lo cansino que es coser mientras piensas que si tuvieras una máquina de coser habrías acabado el primer día que empecé, hace ya tres meses...
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