Sentí que recuperé un poquito de mi vida que anda descarriada en algún punto entre Navas y Madrid.
Una gran recibida, unos minis, unas risas, unas fichas, juego sucio contra el equipo, más fichas, mil conversaciones, algunos "por esto te quiero", unos pocos "miaus" y "beeees", batalla campal en el buho, trampas mortales con cordones, la powerball lechera, que si un piti, que si un pito, sobaos con chocolate(con leche...), que si vuelve al banco a por tal..., poco dormir y peor despertar.
Los días que duele cuando amanece suelen estar precedidos de una buena noche.
Lo necesitaba.
Besos para los merecidos
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