sábado, 26 de marzo de 2011

Horas intempestivas

Hoy me he caído de la cama, bueno, más bien Wys se ha caído y yo he rodado detrás de él. Así que aquí estoy, las 11:00 y ya he hecho todo lo que tenía que hacer, al menos antes de comer.
Tengo las neuronas de vacaciones, tanto que no sé ni que estoy contando.
Buen fin de semana a todos.

viernes, 25 de marzo de 2011

Bruce Willis japonés

Me enseñaba mi hermano el otro día este vídeo y me descojonaba, así que quiero compartir con todos vosotros al gemelo malvado de Bruce Willis.

martes, 22 de marzo de 2011

Bailame el agua o la moda de las importancias

El otro día leía en el periódico El País, un articulo escrito por Ramón Lobo.

Me gustó bastante, en el sentido de que decía verdades como puños, no en el hecho de que lo que cuente sea verdad, eso es más bien es un poco triste.

Aquí os dejo un corta-pega de parte del mismo.

En un mundo tan acelerado e hiperinformado, en apariencia, las noticias internacionales ya no se mueven de hecho en hecho, ahora lo hacen de acontecimiento histórico en acontecimiento histórico. No son capas de una cebolla que impulsan una opinión pública paulatina, crítica y sólida. La información nos cae encima televisada, como una losa. Cada palabra que se pronuncia o escribe, cada decisión política publicitada, entierra a la anterior. No viajamos por el conocimiento, solo por el olvido.

El accidente de la central nuclear de Fukushima enterró a las víctimas del terremoto-tsunami; y a los supervivientes, sobre todo. Dejamos de interesarnos por las personas y empezamos a hablar de átomos. Todo Japón enterró a toda Libia, que a su vez había enterrado a Egipto, que a su vez enterró a Túnez.

Ha llegado un momento en que la relevancia de los acontecimientos se marca por pautas muy similares a la moda, esto nos hace pensar en cosas tan aberrantes como que hay vidas que valen más que otras, o catástrofes que merecen más o menos difusión por terceras razones.

lunes, 21 de marzo de 2011

Muerte intelectual

Hoy, quizá ayer (descartaremos mañana por mis escasos conocimientos del espacio-tiempo) he leído algo así como Responsable de la muerte intelectual de miles de personas.

El "algo así" lo digo porque muy posiblemente no fuera eso lo que estaba escrito, tengo cierta capacidad a decorar lo que percibo, no se si serán los últimos suspiros del poeta que llevo dentro o la negativa de mi mente a reconocer su falta de atención (en este caso también mía).

Me parece un concepto interesante, aunque no por ello innovador, no voy a decir que esté ya todo dicho, pero si que es difícil hablar de algo nuevo. Qué se le puede pedir a un mundo en el que matar cuerpos importa tan poco como aplastar almas y lo único que queremos es no verlo a la hora de comer.

Decían que la depresión era la nueva enfermedad del siglo XX, yo creo que si de algo podemos morirnos hoy en día, es de indiferencia.

Pocas cosas valen tanto como las que no nos cuestan nada.


domingo, 13 de marzo de 2011

Y es queno hay droga más dura

Cómo me gusta la música, sobre todo la que entiendo aún después de dormir apenas 3 horas y estar rozando el alba un día más.


Bajo las palmeras triste y solitario

Últimamente no he tenido mucho tiempo para esas pequeñas cosas que pasan desapercibidas y que solo recordamos cuando echamos de menos.
Mirar el paisaje por la ventanilla sin que nuestra vista llegue más allá del cristal, contar cuentas de colores o escuchar una y otra vez la misma canción que cuenta la historia de otros.

Nunca quise ir a L.A., aunque seguramente muchos me hayan olvidado. Dudo si alguna vez esperare sentada en mi cadillac, ahora mismo terminar de sacarme el carné de conducir me supone todo un reto, pero una cosa tengo clara, ésta noche tú no estás



Siempre quise ir a L.A. dejar un día esta ciudad.
Cruzar el mar en tu compañía.

Pero ya hace tiempo que me has dejado,
y probablemente me habrás olvidado.
No sé que aventuras correré sin ti.

Y ahora estoy aquí sentado
en un viejo Cadillac, segunda mano
junto al Mervellé, a mis pies mi ciudad
y hace un momento que me ha dejado,
aquí en la ladera del Tibidabo,
la última rubia que vino a probar
el asiento de atrás.

Quizás el "martini" me ha hecho recordar
¿nena por qué no volviste a llamar?
Creí que podía olvidarte sin más
pero a ratos, ya ves.

Y al irse la rubia me he sentido extraño,
me he quedado solo, fumando un cigarro,
quizás he pensado, nostalgia de ti.

Y desde esta curva donde estoy parado
me he sorprendido mirando a tu barrio,
y me han atrapado luces de ciudad.

El amanecer me sorprenderá
dormido, borracho en el Cadillac,
junto a las palmeras luce solitario.

Y dice la gente que ahora eres formal
y yo aquí borracho en el Cadillac
bajo las palmeras luce solitario.
Y no estás tú, nena.

"Cadillac solitario"- Loquillo.